Yuki: la inteligencia vital del tacto y la respiración

Yuki es la comunicación esencial que te encantará redescubrir

Yuki es la otra práctica esencial del Seitai, junto al Katsugen Undo. 

Y como todo en esta Cultura de Vida y Salud, está relacionada con el Movimiento de la Vida. 

El Yuki es una práctica sencilla y deliciosa. Yo no podría ya vivir sin tener integrada en mi vida esa sensibilidad, que tanto me ha enseñado. 

Cuando practicamos Yuki, sin saber el porqué, se despierta el recuerdo en los organismos vivos. Unos organismos cada vez más apelmazados y adormecidos, que de repente se sienten involucrados y despliegan su capacidad natural de vivir y de recuperarse. 

Los seres vivos, estamos preparados para vivir. Vivir sin miedo. 

Y ten por seguro, que el Yuki te despertará el coraje vital. 

NOTA: Te recomendamos el otro gran artículo sobre qué es Yuki y dónde aprender, en el que se habla más en profundidad del tema. Accede desde este link.

Yuki es nuestro primitivo instinto de comunicación original, con nosotros mismos y con los demás. Un hilo conductor que conecta nuestra inteligencia intelectual, con la inteligencia vital e innata. 

A través del Yuki, atendemos a la vida que vive… Y que quiere vivir… Intensamente. Con plenitud. 

Vivir y sentir más allá de nuestras cambiantes y superficiales teorías.  

Yuki: Ki grato

Eso es lo que significa exactamente la palabra Yuki. 

Es el término con el que el genio creador del seitai definió una práctica súper agradable y sencilla, accesible a cualquiera, en cualquier lugar.

El Yuki, como el Katsugen Undo no es algo oriental. Es un Patrimonio Humano. Es un DESCUBRIMIENTO. 

No requiere técnica, porque se trata simplemente de sensibilizar lo que ya nos viene instalado de fábrica. 

El Yuki comparte con el Katsugen Undo muchas cosas. También es un recurso natural que puede considerarse incluso ingenuo. En apariencia, ¡claro! Porque el Yuki te servirá para reconectar directamente con tu existencia, porque nace directamente de la sabiduría de la naturaleza.

El Yuki me ha dado momentos inolvidables. Es emocionante sentir el contacto de la mano con el movimiento de la vida que fluye dentro de un organismo y cómo esa acción espontánea, nos guía.

El Yuki es un faro desprovisto de intelecto, hecho de fina y precisa intuición, que nos conduce a los lugares donde el movimiento se ha coagulado, endurecido o ha perdido su tensión natural. Y esos lugares que se sienten de una manera tan nítida, no son cualquier cosa. 

Cuando colocas la mano en algo así, estás contactando directamente con la existencia más profunda de la otra persona. O contigo. Porque puedes practicar Yuki directamente con eso que te vive dentro. 

Es conmovedor comprobar cómo la inteligencia de la vida aprovecha un gesto tan simple como el Yuki, para expresarse y fluir.

El Yuki es un tipo de comunicación natural que todos tenemos y que el mundo desarrollado ha ido ahogando.

Yo digo que el Yuki es cosa de niños. Y si no, echa un vistazo a este breve vídeo que grabé hace ya muchos años, de una niña practicando Yuki con su padre. Si sabes mirar, más allá de lo que se ve a simple vista, ahí están pasando cosas increíbles. 

¿Qué has visto?

Yo veo muchas cosas.

• Concentración.
• Amor.
• Entrega.
• Sensibilidad.
• Compañía.
• Comunicación.
• Conexión.

El Yuki, como el Katsugen Undo, no es algo oriental. Es un Patrimonio Humano. Es un DESCUBRIMIENTO. 

Es algo que hacemos constantemente en nuestra vida ordinaria. Lo que pasa es que no lo hemos considerado como algo que además se puede afinar, sensibilizar y desarrollar. 

Yuki es tomar todo eso que hacemos sin considerarlo y darle el realce que merece. 

¿Es el Yuki parecido al Reiki?

Esta es una de las preguntas estrella en todos los cursos que hago. ¿Podemos decir que el Yuki es como el Reiki, pero dicho de otra manera?

Y la respuesta es NO.

Es como comparar el baloncesto con el fútbol. Los dos usan un balón, pero son deportes que no tienen nada que ver. 

El gran sabio que descubrió el Seitai y lo registró como Cultura en el Mº de educación y Ciencia de Japón, quiso desvincular al Yuki, no sólo del Reiki. Sino de tantas y tantas actividades relacionadas con la terapia, la sanación, la religión e incluso los milagros.  

No por nada. Sino porque Noguchi concebía el Yuki como una expresión espontánea, que cualquier ser humano puede realizar sin preparación previa y sin necesidad de dotes especiales, títulos no grados. 

Y te voy a contar una anécdota. 

El Dojo Central de Tokio de H. Noguchi era un hervidero de actividad. Y él era una persona súper reputada. No sólo por ser el médico personal de la Emperatriz, sino por él éxito que tenía en la sanación de decenas de personas que pasaban por allí diariamente. 

Allí convivían practicantes y alumnos avanzados, que obtenían un gran prestigio, por el mero hecho de estar formándose junto al sabio. Y eso, claro, conlleva EGO.

Pues bien, se enfadaban muchísimo, cuando las practicantes madres hacían Yuki a sus hijos y lograban resultados mucho mejores que ellos. Algo que hacía reír mucho a Noguchi. 

¿Y por qué se reía Noguchi de aquellos prepotentes discípulos?

Pues porque el mejor Yuki, es el que está desprovisto de conocimiento y técnica. 

Es el Yuki de entrega. 

Es el Yuki de dar sin esperar nada a cambio. 

Y no hay mayor entrega que la de una madre que quiere ver a su hijo recuperado de cualquier mal que le aqueje. 

Así que Yuki es no saber nada. Es dejarse guiar por la vida. Es espera. Es respiración amplia. Es Vaivén. Es desear en lo profundo, comunicar con las células. 

El gran sabio que descubrió el Seitai y lo registró como Cultura en el Mº de educación y Ciencia de Japón, quiso desvincular al Yuki, no sólo del Reiki. Sino de tantas y tantas actividades relacionadas con la terapia, la sanación, la religión e incluso los milagros.  

¿Cómo empezar a practicar?

Lo más importante es sentir el deseo de conectar con la vida. Y estar desprovistos de objetivos y por supuesto de EGO. 

Porque durante el Yuki no eres tú la que hace. No eres tú el que hace. Hace la Vida. Y eso merece admiración y deseo de aprender. 

• Deseo de vibrar. 
• Deseo de despertar la emoción. 
• Deseo de que la vida se encienda.

Como te he dicho anteriormente, el Yuki se puede realizar con los demás y con uno mismo. No es necesario ser una persona especial con cualidades particulares. 

Cualquiera puede hacer Yuki y desarrollar esa capacidad natural.

Durante la práctica del Yuki, nosotros no hacemos nada.  Observamos cómo la vida hace.

Colocamos las manos espontáneamente en nuestro cuerpo, donde nos lo pidan las ganas, o bien llevamos las manos a otra persona. Es muy importante estar desprovistos de objetivos, desprendidos de cualquier idea de curación o de conocimiento. 

Las manos ayudan. Pero a veces se puede hacer Yuki simplemente con la respiración. Con el Ki proyectado por la intención. Pero eso es otro asunto que iremos aprendiendo. Por el momento, si somos capaces de abandonarnos con la psique clara y en calma, al cabo de un rato, la respiración de forma natural fluirá pectoventralmente y sin darnos cuenta, esa respiración se fundirá en la del otro, hasta convertirse en UNA.

Es como el agua cuando se mezcla con agua o el fuego cuando se integra en otro fuego. 

Ya no hay dos. Hay UNO.

UNIDAD y COMUNICACIÓN. La Vida aprovecha estos momentos en los que nos ausentamos del EGO, para incrementarnos el reconocimiento de saber que no sabemos nada. Es cuando la vida se manifiesta y amplia con total esplendor.  

Si te interesa el Yuki, no lo dejes. Indaga en la ESCUELA SEITAI. Justo cuando estamos publicando este blog, preparamos un Curso de Yuki Online que disfrutarás tanto como ya estáis disfrutando cientos de personas, el curso inédito de Katsugen Undo. 

También te recomiendo los libros Seitai que con tanta pasión he escrito y que han llegado a miles de personas. 

Desde luego, si vas a ser mamá, papá, o estáis en ello, no te pierdas un texto único, con recursos únicos, como es Seitai Mujer Vital. 

Mi vocación es real. Esto debe divulgarse y expandirse. Por eso no dejaré de entregar todo lo que he aprendido. Y esa semilla, desarrollará un árbol y el árbol un bosque. 

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Este planeta con Seitai, será un lugar mucho más compresible y agradable en el que habitar.  

¡Feliz y disfrutona vida!

Laura López Coto

Periodista escritora especializada en Seitai y sus prácticas.

Directora de la Escuela Seitai y autora de los libros de Seitai más leídos del mundo.